martes, 27 de septiembre de 2016

TERCER DÍA DE NOVENA A FRANCISCO: "Francisco y la Dama Pobreza"

Francisco comentaba: "sí, estoy enamorado y es de la novia más fiel y más pura y santificadora que existe". Los demás no sabían de quién se trataba, pero él sí sabía muy bien que se estaba enamorando de la Dama  pobreza, se enamora de la Pobreza, a la que llama "Dama", puesto que fue el vestido que escogió el Hijo de Dios al Encarnarse.
La pobreza una manera de vivir lo más parecida posible al modo totalmente pobre como vivió Jesús... Y se fue convenciendo de que debía vender todos sus bienes y darlos a los pobres. 
Paseando un día por el campo, encontró a un leproso lleno de llagas y, venciendo la espantosa repugnancia que sentía, le besó. A partir de entonces empezó a visitar a los enfermos en los hospitales y a los pobres. Y les regalaba cuanto llevaba consigo.
A pesar de predicar especialmente a los pobres e identificarse con ellos, “Francisco tenía el hábito de alertar a sus discípulos, exhortándolos a no condenar y no despreciar a aquellos que vivían en la opulencia y vestían con lujo. Decía que “también ellos tienen a Dios por Señor, y que Dios puede, cuando quiere, llamarlos, como a los otros, y hacerlos justos y santos”. Uno de esos nobles le dio al Poverello el Monte Alvernia, donde recibiría la mayor gracia de su vida.
Por tanto, sabía Francisco que abrazar la Pobreza es abrazar a Cristo Crucificado, y que no se puede llegar a abrazarle mientras no se desprenda el alma de todo afecto o querer particular.

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